martes, 25 de diciembre de 2012

Francisco Javier Pavón Castro, cura obrero

Esta entrevista ha sido realizada para poder conocer más desde dentro el movimiento de los curas obreros.


1.      P: ¿Cuándo comenzó a trabajar para la iglesia?
R: Estudié los cursos en Roma porque fui becado por el Arzobispado de Toledo, allí nuestro Cardenal era Don Enrique Preindemier. Estuve ejerciendo de diácono y justo cuando iba a ser nombrado sacerdote dejé los estudios eclesiásticos.

2.      P: ¿Cuáles fueron los motivos por los que decidió dedicarse a la vida eclesiástica?
R: Llevar a cabo los estudios eclesiásticos era lo que más me llamaba la atención en ese momento y además era la única salida para la gente normal, ya que no había recursos económicos suficientes para pagarnos una carrera.
Cardenal Benelli


3.      P: ¿Cuándo dejó la profesión?
R: En el momento en el que dejé Roma. Cuando iban a nombrarme sacerdote decidí que no quería y se lo comuniqué a mi padre confesor, el Cardenal Benelli, que estuvo a punto de ser papa. Si él hubiera sido nombrado papa yo hubiera vuelto al seminario porque me habrían nombrado cardenal.

4.      P: ¿Cómo era la relación en ese momento entre el Estado y la Iglesia?
R: Muy mala. Yo tuve una época en el seminario en la que las Academias Solemnísimas de Toledo estaban presididas por  el cardenal Preindemier y el Ministro de Justicia. Dicho Ministro es quien llevaba las relaciones entre el Estado y la Iglesia y se trataba de una relación buena. Llegó un momento en el Franquismo en que el  sacerdote y hermano del Teniente General Díez Alegría se rebela contra Franco porque quiere que la Iglesia esté más cerca del pueblo y no del poder. En ese momento comienzan a surgir los conflictos y aparecen también el padre Llanos. Más tarde comienza una crisis con el padre Añoveros, Obispo de Bilbao, al cual se le ofrece un avión en Sondica para expulsarlo de España, pero Roma dice que si le expulsan el general Franco sería excomulgado y por eso termina quedándose, porque el general era la representación católica apostólica y romana más importante de occidente. El Ministro de Educación y Ciencia en 1954, Don Joaquín Ruiz Jiménez, demócrata cristiano y con mucha influencia italiana también se enfrentó al poder de Franco. En general siempre ha habido un conflicto muy importante. El poder estaba ligado a la Iglesia y como muestra de ello encontramos que muchos de  los Obispos españoles eran adeptos al régimen debido a que en España existía un privilegio para el Estado, que desapareció con el Rey Juan Carlos, era el de nombrar a los Obispos a través de una terna que enviaba Franco al Vaticano para que allí escogieran.  La relación Estado-Iglesia era muy buena de cara a la gente pero muy  mala interiormente.

5.      P: ¿Cree que la Iglesia estaba demasiado cerca del Gobierno?
R: Sí, sobre todo las altas jerarquías. El Papa Juan XXIII al finalizar la Guerra Civil se enfrentó al régimen de Franco, al igual que el siguiente Papa Juan Pablo VI para tratar de frenar la relación con el Gobierno.

6.      P: Como juicio personal ¿Debería ser la Iglesia un órgano más independiente?
R: Sí, no tiene por qué haber ningún tipo de relación entre la Iglesia y el poder. Está bien que cualquier tipo de creencia o Iglesia reciba subvenciones por parte del Estado, pero no por ello deben influirse mutuamente. La Conferencia Episcopal Española se mete en asuntos de Gobierno en los que no debería de meterse.

7.      P: ¿Piensa que es necesaria la Iglesia para que haya fe?
R: Sí

8.      P: ¿Podría existir la religión pero sin órgano de control?
R: No porque la religión es una Institución Jerárquica y sin orden jerárquico la disparidad de opiniones no llegaría a un consenso. La Iglesia debe actuar como órgano consultivo para marcar un orden.

9.      P: ¿Por qué la Iglesia se adentra tanto en temas de Gobierno?
R: La Iglesia es el único ente de mundo que vayas donde vayas, hasta al lugar más remoto, tiene un representante de la Iglesia. Todas las informaciones pueden llegar a los altos cargos gracias a la información que se distribuye desde abajo hacia arriba. Nadie tiene más información de cómo está el mundo que la Iglesia católica, por ello en determinados momentos puede hacer juicios de valor sobre algún país.

10.  P: El movimiento de los curas obreros fue uno de los que ayudó a impulsar a España hacia la modernización tras la dictadura y a ir frenando el régimen de franco. ¿Cuál es su postura ante este movimiento?
R: Los curas obreros tienen toda la razón de ser en su momento y ahora. Este movimiento ha derivado en la Teología de la Liberación, es decir, en mostrarse del lado del pueblo y de los más humildes. Uno de sus máximos exponentes y amigo mío es Ernesto Cardenal, Ministro de cultura de Nicaragua y jesuita, el representa la misión de la Iglesia que se pone del lado de quien debe, del menos favorecido.

11.  P: ¿Cree que la protesta obrera fue la mejor forma para llegar al cambio de la dictadura o que se podría haber hecho de otra manera?
Cárcel de Carabanchel
R: El cambio de la dictadura en España surgió porque el general Franco murió, si el general Franco no se hubiera muerto aquí no se mueve ni Dios, todo el mundo protestaba contra él pero nadie llegaba a levantarse en su contra. Por tanto, la protesta de los curas obreros no fue la razón por la que se llegó al cambio segurísimo, aunque si se hicieron muchas manifestaciones. Aquí en concreto, en la cárcel de Carabanchel, el Padre Salva, uno de los sacerdotes obreros más importantes de aquella época, estuvo encerrado por posicionarse en contra de Franco. Y esto sí que crea ya un conflicto entre la Iglesia y el Estado, aunque este tema no llega al pueblo, es decir, llega a cuatro sindicalistas, a cuatro comunistas, llega a cuatro señores del Partido del Trabajo, a la Liga Comunista Revolucionaria, es decir, llega a unos partidos existentes en aquella época, pero al pueblo llano, a lo que es la gente,  no le importa que el Padre Salva esté metido en la cárcel o que el Padre Llanos esté en Vallecas hecho polvo.

12.  P: Entonces, ¿se crearon cárceles para curas en aquella época?
R: Sí, estaban en Zamora.
Eso lo conocía quien estuvo en la cárcel, cuatro curas que estuvieron allí y nada más. Pero son muy pocos los curas que van a la cárcel, muy pocos, sencillamente porque Roma sí amenaza siempre al Estado español con la excomunión de los miembros que sean capaces de meter a un cura en la cárcel.
La iglesia tiene, por decirlo así, un foro especial jurídico, a un cura en cierta época no se le podía juzgar en un tribunal ordinario, como por ejemplo ahora mismo a los diputados no se les puede juzgar en un tribunal ordinario si no que tienen que ser juzgados en el Tribunal Supremo. 
Los curas eran como aforados, es decir, no podían ser juzgados por un Tribunal Civil.  En caso de que cometieran delitos, para poder juzgarles, había que obtener el permiso de la autoridad competente, y esa autoridad competente en este caso era el Obispo, quien dependía del Cardenal y el Cardenal de Roma. Por tanto, en Zamora hubo muy pocos curas.

13.  P: ¿Qué opina de que España sea actualmente un Estado aconfesional?
R: Me parece muy bien, perfecto. Debe haber una separación de poderes.
Montesquieu, que era más listo que nosotros, tenía una cosa muy clara, que era la separación de poderes. Alfonso Guerra, del Partido Socialista, en un momento dado dijo en España,  “Montesquieu ha muerto”. Para mí, una pena, porque Monstesquieu es uno de los padres de la democracia. Entonces creo que debe existir una separación de poderes.

14.  P: ¿Y qué opina de los matrimonios homosexuales, tanto desde un punto de vista personal como religioso?
R: Me parece muy bien. Sencillamente, la Iglesia nunca ha dicho si se tiene que casar un hombre con una mujer, o una mujer con una mujer o un hombre con un hombre, por tanto me parece muy bien. La libertad de conciencia está por encima de todo. Uno de los mayores crímenes del mundo, son las muertes por ideología, es decir, usted puede tener una ideología de que quiere contraer matrimonio con esta señorita de enfrente y yo, por ser el poder establecido de la Iglesia, no soy quién para juzgar esa ideología, este es el mayor crimen que ha cometido la Iglesia.

15.  P: ¿Usted sigue practicando el catolicismo a pesar de ya no estar trabajando en Roma?
R: A título personal no. No soy practicante, aunque sí creyente. Me gustaría ser no creyente, pero soy incapaz. Si realmente tuviera que deciros la verdad, os diría que soy cartesiano. Soy un auténtico seguidor de Descartes, siempre me encuentro por encima de la duda.

16.  P: ¿Nos puede detallar qué puestos ha desempeñado tanto en el Vaticano como fuera de él?
R: Eso es muy personal. Soy Licenciado en Filosofía y en Teología, en historias y en derecho. He desempeñado papeles de todo y de nada. Ahora soy obrero, pero cuando era cura era muy señorito. Yo era un niño muy intelectual, y lo sigo siendo, que conste. A mí no me cuelga la medalla nadie, me la cuelgo yo, sé hasta dónde puedo llegar y eso es muy importante, el decir yo valgo para esto o sé esto, no que venga nadie a decirte nada,  porque las influencias externas pueden ser muy malas en un momento dado. Cada cual somos conscientes de lo que somos y hasta dónde podemos llegar o hasta dónde hemos llegado. Entonces, yo sé hasta dónde podía llegar en el Vaticano, porque era un niño muy intelectual y porque estaba arropado por una de las personas más influyentes del Vaticano. Lo que pasa es que en un momento dado, que no viene a colación, yo lo dejo. Pero si el Cardenal Benelli, no hubiera muerto yo ahora mismo no estaría aquí, sería un eminentísimo Cardenal.

17.  P: Y cuando dejó el seminario, ¿A qué se dedicó?
R: Mi familia, en aquella época, era una de las familias más ricas de España, aunque llegó a la más absoluta miseria en un momento dado. Entonces comencé a vivir de las rentas. Llevo trabajando aproximadamente doce años, nunca antes había trabajado porque no tenía necesidad.

18.  P: Durante la dictadura, la Iglesia está del lado del Estado. ¿Cree que la Iglesia quería estar en el lado del poder?
R: Sí, totalmente. Se beneficiaban mutuamente. Pero no solamente en la época de la dictadura franquista, sino de siempre. La iglesia siempre ha estado muy ligada al poder político, y el poder político ha estado muy ligado a la Iglesia.

19.  P: ¿Es cierto que nunca ha existido una Guerra Santa?
R: Muchas, es decir, en el mundo no ha habido más muertes que en el nombre de Dios. Pero no solamente por la religión católica, apostólica y romana sino por todas las religiones.
En un momento dado, hay una influencia tan grande del poder político en la Iglesia y de la Iglesia en el poder político, que el imperio Sacro, que es Alemania, se impone a Roma. Cuando sucede esto, la Iglesia que es más lista y sutil que los gobernantes civiles, decide justificarse diciendo que tiene el poder de Dios, haciendo así que los demás estén supeditados a la Iglesia.
Habréis oído hablar de la Guerra de las Envestiduras, es sencillamente eso, que el poder político nombraba a los obispos, a los cardenales y hasta al Papa. Era mucha la influencia que existía.

20.  P: ¿Le gustaría que hubiese más juventud creyente?
R: Sí, porque creo que la gente tiene que tener una serie de principios que motiven el comportamiento de su vida, lo tengo más claro que el agua. No te voy a decir en qué tiene que creer la gente, pero si tener una creencia. Desde que el mundo es mundo, siempre se ha creído en algo superior. Realmente no existe ese superior, pero sí es realmente lo que motiva a mucha gente, el comportamiento que se tiene a lo largo de la historia.

21.  P: ¿Cree que los principios los da ser creyente?
R: Aunque seas la persona más atea (yo envidio a los ateos, porque son capaces de decir que no existe Dios y son capaces de demostrarlo).  Ahora bien, por muy ateos que sean, en un momento de su vida dicen “ahí Dios mio”. Esto es una reminiscencia del pasado, es una costumbre, pero realmente ocurre. Son unos tópicos que están ahí. Y esos tópicos están en cualquier tipo de civilización.
En cualquier pueblo de África el más inculto siempre acaba creyendo en un ser superior.
El hombre cuando nace tiene tres cosas que son innatas, lo que antiguamente se llama el derecho natural, que es el principio de la conservación, mantenimiento y procreación.  Yo conocí a un hombre que estuvo en el Amazonas, que decía que el principio biológico no se cumplía, porque si tú perteneces a la tribu A y yo a la B, al ser del mismo origen, yo no debería matarte a ti, sin embargo, si se mataban entre ellos. Es un principio, que a priori, cae.

22.  P: Bueno ¿la Iglesia escribe las leyes de Dios no?
R: Dios escribe las leyes y es la Iglesia quien las pone. Cuando Edipo rey mata a su hermano, dice que no lo entierra, que le deja en ese cruce de caminos, llega Antígona, que es la heroína del derecho, le dice a Edipo “has de saber una cosa, por encima de las leyes escritas de los hombres están las leyes no escritas de los dioses. “ Esto es el principio de Edipo.
La teología de a liberación es poner las creencias religiosas y los dogmas de la fe al servicio del más humilde.

23.  P: ¿Es la teoría sobre la que debería estar basada la Iglesia?
R: Ojalá fuera así. Es decir, se supone que es lo que debería hacer la Iglesia pero no lo hace. Por ejemplo, los cardenales de Roma son los únicos príncipes de la Iglesia que existen, a lo largo de la historia han existido ciento veintitantos, realmente tienen un modus vive en ti muy alejado de la gente. El cardenal arzobispo de Madrid, Roucco Varela, no conoce las inquietudes que tiene este barrio de Carabanchel. La Iglesia no interviene en la sociedad y antiguamente menos.

24.  P: ¿Cree que llegará el día en que la Iglesia esté relacionada directamente con el pueblo?
R: No, sencillamente porque según vas subiendo en el escalafón de la Iglesia, son tantas las preventas que recibe, que por un momento se creen por encima del bien y del mal.

25.  P: ¿La esencia de la Iglesia se encuentra en los representantes misioneros? 
     R: Un misionero pasa hambre, frío, calor, necesidades, dan la vida por unas ideas, mientras que el Vaticano no.

26.  P: ¿La riqueza corrompe también a la Iglesia?
R: Por supuesto, el nepotismo en este ámbito tiene mucha fuerza.

27.  P: Independientemente de la razón por la que dejó la práctica de la fe en el Vaticano ¿Se ha arrepentido en algún momento de su vida de abandonarlo? 
      R: No, no me he arrepentido nunca de lo que he hecho a lo largo de mi vida.

28.  P: ¿Está casado con su pareja?
R: No.

29.  P: ¿No cree en el matrimonio?
R: Si creo en el matrimonio pero no en el papel. Si algún día me caso es por la actitud egoísta del tema de las pensiones. Pero no voy a dejar de querer a mi mujer porque exista ese papel de por medio. “Sencillamente, ¿Por qué mi pareja no va a poder mamar de la teta del Estado si yo me muero el día de mañana?”

30.  P: ¿Le parece bien los beneficios económicos que se lleva la Iglesia?
R: Me parece muy bien, yo personalmente he dejado toda mi herencia a una institución religiosa.

31.  P: Pero, ¿qué beneficios le parecen bien?
R: Los beneficios que recibe la Iglesia del Estado, por ejemplo de mano de Caritas me parecen muy bien. Todo promovido por ONG. Simplemente por el hecho de que el Estado no puede llegar a toda la sociedad, y es la manera de financiar problemas sociales.

32.  P: ¿Cree que la propia Iglesia se descredita con sus actos?
R: Si, a mí personalmente me enerva ver las pensiones millonarias que se aseguran ciertos representantes eclesiásticos. La gente en este mundo miramos a los que están encima de nosotros y creemos que son nuestros representantes, pero nadie es perfecto.

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